25 de mayo de 1810

Las fiestas mayas en Buenos Aires a principios y a fines de la década de 1810.

Relato de viajeros ingleses.

“La plaza se arreglaba elegantemente con un tablado, destinado a producir el efecto de un escenario,los arcos estaban adornados con guirnaldas y festones y los paneles cubiertos con dibujos emblemáticos, que por la noche eran iluminados. Las fiestas duraban generalmente tres días: daban comienzo la víspera del 25 con música, baile y un paseo general por la plaza. Al salir el sol del día siguiente lo saludaban los cañones del Fuerte y los niños de las distintas escuelas, se reunían en la misma plaza, en torno a la pirámide.
Cantado el himno, la plaza se llenaba de público, aparecían entonces las tropas con uniformes nuevos y participaban las corporaciones públicas, el gobernador, sus ministros y todos los oficiales de alta graduación, que se dirigían a la Catedral donde era celebrada una misa cantada con Te-Deum. Las bandas militares tocaban aires populares en los balcones del Cabildo. Los habitantes con trajes de fiesta llenaban las calles, así como la Plaza de Mayo, y por la noche, quemábanse fuegos artificiales ante miles de personas. Después venían las tertulias en casas de familia y en los principales cafés de la ciudad se congregaban asambleas patrióticas. El 25 de Mayo traía siempre buenas noticias y esto producía entusiasmo y exaltaba de tal modo a todas las clases sociales, era verdaderamente maravilloso ver el general regocijo que caracterizaba a las Fiesta Mayas.

De : John Parish y William Parish Robertson, Cartas de Sudamérica, Buenos Aires, Emecé, 2000, pp. 393-395.(resumen)